Hemos cerrado Sweet Cakes. Apreciamos las oraciones y el apoyo continuos de todos», con este post, Aaron y Mellissa Klein, los propietarios de Sweet Cakes by Melissa, anunciaban en su página de Facebook que cierran su pastelería, ubicada en Gresham, Oregon, tras la devastación financiera en la que les ha dejado la batalla legal a la que se han tenido que enfrentar tras rechazar hacer un pastel de bodas a una pareja de lesbianas, Rachel y Laurel Bowman-Cryer, en lo que habría constituido una violación de sus creencias religiosas.
Rachel Bowman-Cryer había comprado una «tarta de frambuesa de fantasía» para el decimosexto aniversario de boda de su madre y quería la misma para su propia boda, pero cuando le explica a Aaron que en lo alto de la tarta tendría que poner dos novias, éste se disculpa por haberle hecho perder el tiempo y le dice que ellos no trabajan para bodas con parejas del mismo sexo, una decisión que habían tomado en base a sus creencias religiosas.